Ayer llegué
calamitoso.
No sé pedir
disculpas, concluyo.
No era esa la
acción directa,
era algo más fino que
mis venas no dibujaron.
Ayer llegué despechado
y decidido,
prendí la computadora
mareado y decidido
y fue lo primero que vi,
una foto tuya que me
despertó el puercoespín.
No era eso, era
otra cosa.
Me olvidé cómo se era caballero,
sudaba semen.
No era eso no, cuán demente
mi zap y mi flip.
Te la tiré de frontside.
Mal yo.