Voy con pedazos de tu piel tratando de no cruzarme con aquello que se está yendo. No existió un gen tan extremo en mí. Gracias.
De una forma permanece lo que voy borrando, prefiero creer que transmuta.
Me había olvidado de esta melancolía, este trance pre adolescente que no logro discernir.
¿A dónde me voy ahora? Nunca tanto miedo a la libertad, y eso que te escribí mil veces a cerca de emanciparse. Qué sabor a otoño tiene este cuerpo ahora, rumbo sur.
Acabé