doble

sentirse asi
tocado y elevado por la fuerza de ese angel
mirando la gente morir sin carcajadas
y nosotros muriendonos de risa sobre cualquier oro que brille

para ellos, y antes para mi, despedidas, muertes y sobrexposiciones
ahora, desde mis raices,
nacen brillos, soles, brisas,
tan suaves como la piel de ella
que supo morirme.

cargandonos, volando hacia la lejania
rozando las nubes con las puntas de tus dedos
cayendo sin prisa de este viaje eterno
que si bien terminará, hagamos que es para siempre

alla a lo lejos, las sombras forman siluetas
de ancestros, de dioses, de flores,
y desde nuestra perspectiva, dosil, maleable
y sin nunca dejar de ser perspectiva,
se distorsiona, y se ajusta al misterio.