Camino


No se ni tengo ganas de saberlo,
Quizás en otro tiempo fueron mis manos las que rasgaron el cielo
profanaron las tumbas diletantes del silencio, de su sombra
a cada esquina, en cada rastro de mis pasos,
De su cuerpo herrumbrado en mil memorias y mil versos,
En otro tiempo y no en el mío, no en este que ya se va,
Que me eclipsa de soledades y desaciertos.

Serán mis pies colgados en el ropero,
Mi aliento prostituido, malsano, inacabado
Ese que sale a cada mañana de las sabanas y se pega a mis huesos en la desnudes de mi cuerpo roto,
Será el tiempo predindo en las pupilas del desamparado,
Vientres prófugos y vacíos.
No lo se ni tengo ganas de saberlo.

Esteras proclives al anochecer, al ensueño olvidadizo
Que nos hace muertos y después vivos,
Estarán sumergidas en la espalda de estos parpados raídos, de estos y no otros
De los que son míos y no de los ojos del tiempo
Verdadero destiempo de mis sombras y copas de otros pasos alargados y envejecidos
No lo se ni tengo ganas de saberlo...